Sobre una cascada en Pennsylvania, Estados Unidos se encuentra Fallingwater de Frank Lloyd Wright, una de las casas más icónicas de la arquitectura moderna.
Sin duda Fallingwater, conocida como La casa de la cascada, es una de las construcciones más destacadas en la historia de la arquitectura moderna, y realmente, no es para menos. La casa de la cascada es un monumento nacional en Estados Unidos y en la actualidad es un museo que pertenece al Western Pennsylvania Conservancy.
Esta hermosa obra de arte fue construida por Frank Lloyd Wright entre 1936 y 1939 sobre la cascada del río Bear Run en Pennsylvania, Estados Unidos con el fin de ser la residencia de descanso para la familia Kaufmann, reconocidos por ser importantes empresarios.
La casa se enmarca en la filosofía de la arquitectura orgánica, que apuesta por integrar la arquitectura en el entorno y el resultado no podía ser más perfecto, a la par que imaginativo.
En lugar de construir la casa a orillas del río, para poder contemplar la cascada desde la propia residencia, este ingenioso arquitecto apostó por construir la casa sobre la propia cascada, consiguiendo que el curso de agua fuera parte de la misma construcción.
Uno de los objetivos de Lloyd era que el sonido del agua invadiera toda la casa, fusionando así arquitectura y naturaleza para conseguir que la cascada no solo fuera un elemento estético, sino que fuera una parte sustancial de los habitantes de esta icónica vivienda.
La casa está asentada sobre las rocas que conforman la cascada, y fue construida en tres niveles abriéndose de dentro hacia afuera. Cada uno de los pisos está marcado por amplios voladizos que se proyectan en distintas direcciones, y que le aportan al edificio ese aspecto diferente y vivo, inspirándose para ello en la arquitectura japonesa.
Para profundizar en la armonía con el entorno, Lloyd utilizó materiales naturales, como la madera, la piedra y el ladrillo. Los cimientos de la casa son las propias rocas del lugar, y de hecho, las rocas cobran tanta importancia que algunas de ellas sobrepasan el forjado de la primera planta para sobresalir junto a la chimenea, integrando la naturaleza en el interior de la vivienda.
La chimenea es uno de los elementos más importantes de La casa de la cascada, ya que buena parte de la vivienda se articula en torno a ella, convirtiéndola en el lugar de reunión de la familia al estar situado en la zona de estar. Esta área es amplia y cuenta con unas increíbles vistas sobre el bosque que rodea la casa gracias a las cristaleras que ayudan a eliminar la separación entre el interior, las terrazas y el entorno natural.
Fuente: Decoesfera
Explora la belleza de Fallingwater con esta galería que te compartimos a continuación.